Hablemos del espacio,
del espacio
y la nostalgia
y como siempre,
del olvido.
Así sería mi espacio
donde habría nacido
y quizás
(sin conocerte)
me hubiera calcinado,
caído,
perfumado...
Ahí estaría mi tiempo,
y no aquí.
Allí entre nubes muertas,
fríos amarillos
y soles casi agostos,
y no aquí, digo,
donde la mugre
es tan distinta,
digo...
Y podemos seguir,
hablando esta vez
de la muerte,
primero un águila,
ahora un león,
eternamente joven
que me detiene
más acá,
en el intermedio,
donde callan mis recuerdos
a mis ansias amarrados
más allá,
esperemos...
Y dejemos crecer el espacio,
y el tiempo
y el cielo tan hondo
unido a la añoranza,
unido a ti...
¡Por fin!
Aquí.
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